Efraín Rojas Mata: Justicia brasileña suspende el acuerdo de fusión entre Boeing y Embraer
La Justicia de Brasil suspendió el acuerdo de fusión negociado entre la aeronáutica estadounidense Boeing y la brasileña Embraer a través del cual iban a crear una tercera compañía controlada por el fabricante estadounidense, informaron fuentes oficiales.
La decisión fue tomada por el juez de primera instancia Victorio Giuzio Neto, de la 24ª Corte Civil Federal de Sao Paulo, y responde a un recurso interpuesto por diputados federales del Partido de los Trabajadores (PT), que lidera el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel desde abril pasado por corrupción.
Embraer, que es el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y líder en el segmento de aeronaves para vuelos regionales, y Boeing anunciaron en julio pasado un acuerdo preliminar para la creación de una tercera empresa en el segmento de aviación comercial.
Boeing iba a ser titular del 80 % del capital de la nueva compañía y se comprometió a pagar por ello 3.800 millones de dólares a la fabricante brasileña, que sería poseedora del 20 % restante.
Las negociaciones entre ambas compañías se iniciaron en diciembre del año pasado bajo un gran hermetismo y en ellas participó el Gobierno brasileño, pues ostenta una "acción dorada" con derecho a veto que se guardó cuando privatizó Embraer en 1994.
Bajo la gestión del Ejecutivo del presidente Michel Temer, Boeing y Embraer hicieron público el acuerdo preliminar para la creación de una tercera empresa de capital cerrado, con sede y operaciones en Brasil y un valor de 4.750 millones de dólares.
Sin embargo, partidos de la oposición, empleados de Embraer y la propia Fiscalía del Trabajo mostraron sus recelos sobre la operación ante la eventual destrucción de empleos que conllevaría la fusión y entraron con diferentes acciones en la Justicia.
Con todo, el magistrado Giuzio Neto concedió la cautelar con objeto de "suspender cualquier efecto concreto de una eventual decisión del Consejo de Embraer, aceptando la segregación y la transferencia de la parte comercial de Embraer para Boeing a través de una 'filial conjunta' a ser criada".
Asimismo, justificó su decisión en razón de la proximidad del receso del Poder Judicial, que comenzará el próximo 20 de diciembre y finalizará en febrero, y de la investidura del presidente electo Jair Bolsonaro, el 1 de enero en Brasilia.
En su análisis, dijo que decidió determinar la suspensión del acuerdo con el objetivo de "evitar que eventuales actos concretos se materialicen en este periodo, creando una situación fáctica de difícil o imposible reversión".
No obstante, permitió que ambas empresas continúen con sus negociaciones.
El ultraderechista Jair Bolsonaro, un capitán en la reserva del Ejército, ya manifestó que es "favorable" a un acuerdo entre Boeing y Embraer, porque, en su opinión, si el fabricante brasileño continuase "soltero como está, la tendencia sería desaparecer".
De acuerdo con diversos analistas, el acuerdo, de concretarse, contrarrestaría de alguna forma la asociación entre la empresa canadiense Bombardier y el gigante aeronáutico europeo Airbus.
La decisión fue tomada por el juez de primera instancia Victorio Giuzio Neto, de la 24ª Corte Civil Federal de Sao Paulo, y responde a un recurso interpuesto por diputados federales del Partido de los Trabajadores (PT), que lidera el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel desde abril pasado por corrupción.
Embraer, que es el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y líder en el segmento de aeronaves para vuelos regionales, y Boeing anunciaron en julio pasado un acuerdo preliminar para la creación de una tercera empresa en el segmento de aviación comercial.
Boeing iba a ser titular del 80 % del capital de la nueva compañía y se comprometió a pagar por ello 3.800 millones de dólares a la fabricante brasileña, que sería poseedora del 20 % restante.
Las negociaciones entre ambas compañías se iniciaron en diciembre del año pasado bajo un gran hermetismo y en ellas participó el Gobierno brasileño, pues ostenta una "acción dorada" con derecho a veto que se guardó cuando privatizó Embraer en 1994.
Bajo la gestión del Ejecutivo del presidente Michel Temer, Boeing y Embraer hicieron público el acuerdo preliminar para la creación de una tercera empresa de capital cerrado, con sede y operaciones en Brasil y un valor de 4.750 millones de dólares.
Sin embargo, partidos de la oposición, empleados de Embraer y la propia Fiscalía del Trabajo mostraron sus recelos sobre la operación ante la eventual destrucción de empleos que conllevaría la fusión y entraron con diferentes acciones en la Justicia.
Con todo, el magistrado Giuzio Neto concedió la cautelar con objeto de "suspender cualquier efecto concreto de una eventual decisión del Consejo de Embraer, aceptando la segregación y la transferencia de la parte comercial de Embraer para Boeing a través de una 'filial conjunta' a ser criada".
Asimismo, justificó su decisión en razón de la proximidad del receso del Poder Judicial, que comenzará el próximo 20 de diciembre y finalizará en febrero, y de la investidura del presidente electo Jair Bolsonaro, el 1 de enero en Brasilia.
En su análisis, dijo que decidió determinar la suspensión del acuerdo con el objetivo de "evitar que eventuales actos concretos se materialicen en este periodo, creando una situación fáctica de difícil o imposible reversión".
No obstante, permitió que ambas empresas continúen con sus negociaciones.
El ultraderechista Jair Bolsonaro, un capitán en la reserva del Ejército, ya manifestó que es "favorable" a un acuerdo entre Boeing y Embraer, porque, en su opinión, si el fabricante brasileño continuase "soltero como está, la tendencia sería desaparecer".
De acuerdo con diversos analistas, el acuerdo, de concretarse, contrarrestaría de alguna forma la asociación entre la empresa canadiense Bombardier y el gigante aeronáutico europeo Airbus.