Efraín Rojas Mata: ¡Entérate! La falta de incentivos abre una guerra entre aerolíneas

Crear fidelidad en los trabajadores de una empresa es uno de los factores claves para que esta pueda alcanzar el éxito. Sin embargo, para que eso ocurra, deben darse los incentivos necesarios. Una muestra de ello, indica Efraín Rojas Mata, es la guerra que se está viviendo entre las aerolíneas comerciales por sus pilotos. Ryanair, que es la primera aerolínea de Europa por pasajeros, canceló recientemente 2.259 vuelos, confirmando su presidente que no contaban con personal en la reserva. Esta crisis por la cual atraviesa la compañía irlandesa demuestra la falta de incentivos que tienen sus pilotos, y es ahí donde las aerolíneas asiáticas se hacen notar, llegando incluso a pagar unos 18.000 euros al mes a sus pilotos.

El personal de la aerolínea irlandesa ha comenzado a exigir mejoras en sus condiciones laborales, y al no encontrarlas, simplemente se van, lo que termina siendo beneficioso para las compañías del Golfo y las chinas, las cuales andan acechando a estos profesionales con ofertas que hacen recordar mejores momentos de la industria aeronáutica.

Ryanair tuvo que cancelar 2.259 vuelos debido a que no poseían al suficiente personal. Efraín Rojas Mata

¿Cuáles son esas fallas que señalan los pilotos de Ryanair?

Según Ignacio Plaza, abogado de la Asociación Europea de Pilotos, cerca del 40% de pilotos, actualmente, son falsos autónomos, es decir, son grupos de dos o tres pilotos que constituyen sociedades en Irlanda y sus servicios son arrendados por la aerolínea, a través de brokers, lo que hace que no exista una relación laboral. En otras palabras, si no vuelan, no cobran.

Pero si hubo una empresa que ha logrado capitalizar esa crisis de pilotos por la cual atraviesa la compañía irlandesa, es Norwegian Airlines, quien anunció que había incorporado a 140 pilotos de Ryanair este año y que, además, se hará con los servicios de otros 40 para su base en Dublín.

Otras aerolíneas aprovecharon la crisis de Ryanair para quedarse con sus pilotos al ofrecerles las mejoras salariales que no tenían anteriormente. Efraín Rojas Mata

Ser piloto es una profesión costosa, no es sencillo convertirse en capitán. Solo la licencia ATPL (Airline Transport Pilot License), explica Efraín Rojas Mata, comienza por los 50.000 euros, y adicional, para poder ser piloto de línea aérea tienen que obtener una habilitación de tipo para cada clase de avión. Anteriormente, las aerolíneas solían pagar por ello, pero tras la crisis que presentó el sector, algunos pilotos pagaban por volar y así garantizar su formación.

Tras toda esta situación, lo seguro es que la empresa que logré mantener contento a su personal y fidelizarlo, tendrá buena parte de su futuro garantizado, en caso contrario, la descapitalización intelectual podría hacerse presente.

Por Efraín Rojas Mata